Estos días he cumplido mi primer añito en Twitter, un día muy especial que recuerdo y recordaré espero que durante toda mi vida.
El encargado de enseñarnos los entresijos de , para mí, la red social por excelencia no podía ser otra persona que el “gran capo” Francisco Torreblanca. Durante las semanas anteriores al día “D” ,en la que tod@s los estudiantes del MACOM aprenderíamos a utilizar Twitter de una manera que no podríamos ni llegar a imaginar, Fran nos había ido lanzando digamos «mensajes subliminales» sobre el potencial de esta Red Social para captar nuestra atención y motivarnos para el día esperado.
Una tarde de Viernes de 2.011 nos trasladamos a un aula informática tod@s los macomcitos, algunos con alguna mala experiencia en Twitter y otros como yo para partir de cero en el aprendizaje. Aquellas horas en la sala fueron mágicas: descubrimos nuestra marca twittera que mostraríamos al mundo, que significaban los followers (seguidores) y los followings (seguidos), como captar la atención de todos ellos con 140 caracteres, personalizar nuestro avatar e incluso realizar búsquedas con palabras claves.
Durante toda la tarde crecía y crecía mi curiosidad por Twitter, no podía llegar a imaginar una red social tan potente, tan fuerte y al alcance de cualquier persona con solo unos clicks. Eran tantas las oportunidades que se abrían con ella que durante días la investigué, la analicé y no paraba de aprender detalles y más detalles a cada tweet que leía o escribía. Era un arma de aprendizaje constante, con la que te podías convertir con solo redactar un tweet en alguien importante en el mundo siendo un periodista improvisado, o lo más fascinante conectar con personas de tus mismos gustos de cualquier lugar del mundo.
1 año después y sigo ilusionado, conectando con amigos, familiares y conocidos que son los que me hacen mejorar como persona y como profesional, sigo alegrándome cuando alguno de mis seguidores me nombra para consultarme o simplemente para recordarme. Cada tweet es una experiencia nueva y la mayoría diferente, aprende de ellos y los demás aprenderán de ti.
MACOM cambió para mi la forma de ver las cosas, pero fue ese día el «día D” cuando vi que mi vida iba a cambiar el rumbo por completo. Uno de esos momentos que pasa un tren por tus pensamiento y sin pensártelo te subes a el, necesitas subir en él, que todo coja fuerza y sentido, porque cuando te llega ese momento no piensas, no dudas solo te subes y empiezas a disfrutar de cada experiencia nueva que estás viviendo.
Vivir es sentir, y con Twitter me siento muy vivo.
IVÁN TORRENTE (@ivantorren)